Resumen de l’acto de Milan sobre l’alternativa Euromediterranea (castellano)

Sabado 8 de Junio en Milán se ha llevado al cabo un importante conferencia organizada por el Cestes (Centro de Estudio de las trasformaciones economico-sociales) y por la Plataforma Social Eurostop. Al centro de la jornada, el tema de la necesidad de construir una alternativa euro-mediterranea a la Unión Europea.


Participaron al encuentro representantes internacionales: la CUP de Catalunya, Askapena de Euskal Herria, Ensemble Insoumise de Francia, Annahj Addimocrati de Maruecos; e italianos: Potere al Popolo, Unión Sindical de Base (USB), Noi Restiamo, PCI, Rete dei Comunisti.

Se trató de un marco de dialogo franco entre experiencias políticas y sindicales del continente y entre de las dos costas del “mare nostrum”, y donde se ha manifestado con fuerza la necesidad de comprender la fase política atravesada por la estructura política de la Unión Europea – incluidas las dinámicas que se repercuten en su “orilla sur” y no solo – y para empezar a delinear un espacio de debate sobre una alternativa al presente, que vea en la propuesta de una área euro-mediterranea la linea estratégica en la cual colocar la perspectiva para la transformación y la acción política cotidiana.

La UE se encuentra de hecho en una fase delicada debida a la competición inter-imperialistica que por un lado la obliga a intensificar sus políticas neo-coloniales – especialmente en el Maghred y en el Africa “francesa” sub-sahariana – y por otro a proseguir en las politicas de austeridad, produciendo una torsión autoritaria, evidente en el Continente europeo solo cuando es cuestionada por un movimento social de roptura, pero evidente y estructural para los movimientos políticos y sociales de la costa sur del Mediterráneo.

En este contexto la guerra como paradigma político se vuelve cada vez mas el centro de la proyección como Potencia por parte de la UE en el marco internacional, y de consecuencia se vuelve fundamental la construcción de un aparato militar a la altura de sus objetivos.

La hostilidad, y no la cooperación, es la relación que las oligarquías continentales imponen entre los pueblos de las dos orillas del Mediterráneo, en paralelo con la estrategia de governance a través de la guerra del “penultimo” contra “el ultimo”, perno necesario para perpetuar el actual sistema. Hostilidad que lleva consigo al fruto ideológico deteriorado del “patriotismo europeo”.

Por tanto proponer la fuerza de una idea como la ruptura de la jaula de la UE, es un posicionamiento imprescindible para dejar atrás la timidez del planteamiento – usando un eufemismo – que ha caracterizado la clase política de la izquierda alienándose cada vez mas del “bloque social”, la clase trabajadora, sin saber proponerse como aliado político de las generosas luchas que los pueblos del Sur del mundo llevan adelante.

Otro aspecto importante es la homogeneidad que caracteriza el área euro-mediterranea, y la mayor uniformidad de las contradicciones que la atraviezan, que lleva a la mayor relación y a una sustancial convergencia de vision entre las fuerzas políticas y sociales que han podido darse cuenta con su propia experiencia de las características de la UE: un “mal comun” del cual librarse, del cual es necesario separarse y para pensar a una alternativa adecuada a partir de las concretas posibilidades de relación que el mundo multipolar ofrece.

Es indiscutible que existe una “jaula” sobre los trabajadores y los pueblos europeos, constituida por los Tratados de la Unión Europea, pero hay que reconocer que existe también otra “jaula”, la de los Tratados europeos contra los pueblos y los países del Maghred y del Africa. En algunos casos se trata de tratados bilaterales sobre servicios y agricultura, en otros de Tratados multilaterales como el EPA (acuerdo de cooperación económica) conocido como Tratado de Cotonou, que impone subordinacion y dependencia colonial a los países subsaharianos. Cuando se plantea el tema de la ruptura de los Tratados europeos, la mirada debe ser ampliada al conjunto del sistema de dominio que las clases dominantes europeas han construido sobre sus propios pueblos y al externo, contra otros.
Las análisis hechas hasta este momento sobre la UE de hecho, aunque indiquen su naturaleza de portadora de políticas neo-liberistas en plan económico, la mayor torsión autoritaria contra los movimientos, de las corrientes migratorias, carecieron hasta este momento en señalar su carácter neo-colonial y su estructura distorsionada que reproduce a su interno la competición y las contradicciones de los países miembros.

Creemos que esta conferencia haya sido un buen punto de partida y que el espacio político con ella inaugurado no deba ser episódico sino que necesita ulterior profundización, necesaria para enfrentar también las continuas aceleraciones de la agenda política que han sido destacadas en las diferentes intervenciones. Es una oportunidad para dar a la practica del internacionalismo una dirección y una fuerza capaz de afirmarse como exit strategy contra el eurocentrismo miope y cerrado en su propia dimensión nacional.